A lo largo de los últimos años, las estafas telefónicas han aumentado significativamente. Hoy en día, cada vez que recibimos un SMS, llamada telefónica, WhatsApp o correo electrónico, debemos ser extremadamente cautelosos para no caer en técnicas de suplantación de identidad o robo de información.
A principios de este año, el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública abrió una propuesta a consulta pública para recoger opiniones y experiencias sobre este problema. Estas aportaciones han sido consideradas para establecer un paquete de medidas destinado a bloquear las estafas por SMS y llamadas telefónicas, tal como se detalla en una reciente nota de prensa del Ministerio.
Una de las medidas destacadas es que los teleoperadores tendrán la capacidad de bloquear las llamadas que utilicen números no asignados a ningún servicio, operador o cliente. Esta acción busca reducir drásticamente el número de llamadas provenientes de números no atribuidos, disminuyendo así la probabilidad de fraude. Estos números son comúnmente utilizados para la suplantación de identidad.
Además, la nueva normativa obligará a los operadores a bloquear todas las llamadas y SMS que utilicen números nacionales pero con origen internacional, ya que este es el principal canal utilizado por los estafadores para contactar a los usuarios.
El paquete de medidas también incluye la creación de una base de datos centralizada gestionada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Esta base de datos registrará a todos los usuarios que empleen identificadores alfanuméricos en sus mensajes, como el nombre de una empresa. Cualquier mensaje procedente de entidades no incluidas en esta base de datos será bloqueado.
Otra medida que planea implementar el Gobierno es la prohibición del uso de números móviles para llamadas comerciales. Esto permitirá a los usuarios identificar más fácilmente los intentos de fraude, ya que este tipo de llamadas generalmente provienen de centralitas o call centers. Las empresas autorizadas para emitir comunicaciones comerciales podrán seguir utilizando los números 800 y 900 para atención al cliente y propósitos comerciales, ofreciendo seguridad a los usuarios de que están interactuando con empresas legítimas.
El Ministerio de Transformación Digital y Función Pública considera que estas medidas son cruciales para combatir las estafas telefónicas, que no solo afectan la confianza de la ciudadanía en las comunicaciones electrónicas, sino que también causan importantes daños financieros y económicos. Siguiendo el ejemplo de países como Finlandia, que han logrado reducir este tipo de estafas en casi un 90% con medidas similares, el Ministerio espera lograr resultados significativos en la protección de los consumidores y empresas en nuestro país.
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