Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, ha reiterado en múltiples ocasiones su convicción de que la humanidad podría satisfacer toda su demanda energética utilizando exclusivamente energía solar. Recientemente, en su cuenta de X, Musk destacó nuevamente esta idea, añadiendo que esto se volvería evidente si las personas comprendieran la escala Kardashev, un sistema que clasifica a las civilizaciones según su capacidad para aprovechar la energía.
La escala Kardashev, propuesta por el astrofísico ruso Nikolái Kardashev en 1964, mide el progreso de una civilización en función de la cantidad de energía que puede utilizar. De acuerdo con esta escala, una Civilización de Tipo I podría aprovechar toda la energía disponible en su planeta; una Civilización de Tipo II sería capaz de explotar la energía de su estrella; y una Civilización de Tipo III tendría acceso a la energía de toda su galaxia.
Actualmente, la humanidad no alcanza ni siquiera el nivel de una Civilización de Tipo I, pero Musk argumenta que la energía solar podría ayudarnos a llegar a este punto si se optimiza su uso. Según sus cálculos, un área de 2,5 kilómetros cuadrados en la Tierra recibe unos 2,5 GW de energía solar. Aunque la eficiencia de los paneles solares actuales ronda el 25%, con la densidad de empaquetamiento de los sistemas solares y la cantidad de horas de luz solar aprovechables, sería posible generar 3 GWh de energía en un área similar. Musk sostiene que, si se aplican estos principios a gran escala, incluso una pequeña fracción de territorio en Texas o Nuevo México podría generar suficiente energía para abastecer a los Estados Unidos.
Sin embargo, la idea de Musk enfrenta desafíos técnicos y económicos. Aunque la energía solar ha experimentado un crecimiento impresionante, aumentando un 73% el año pasado, su intermitencia sigue siendo un obstáculo importante. Los paneles solares no producen energía de manera constante, especialmente en días nublados o extremadamente calurosos. Esta falta de estabilidad requiere la presencia de otras fuentes de energía, como plantas térmicas o nucleares, para garantizar el suministro continuo de electricidad.
El problema, más que de capacidad, es de almacenamiento. Si bien sería posible resolver la intermitencia con la creación de parques de baterías y otros sistemas de almacenamiento, el crecimiento de las instalaciones de almacenamiento no ha mantenido el mismo ritmo que el de los paneles solares, debido a su costo elevado y la falta de incentivos. Algunos países, como China, han comenzado a exigir la instalación de baterías junto con nuevas plantas solares, pero este tipo de soluciones aún no se han extendido globalmente.
Musk sigue creyendo que la energía solar es la clave para el futuro energético de la humanidad y que, al resolver estos obstáculos, podríamos alcanzar un uso más eficiente y responsable de los recursos energéticos de la Tierra, acercándonos a ser una Civilización de Tipo I.
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